El plan era salir lo antes posible dirección Eriste para ascender el domingo el Posets (segunda cima más alta del Pirineo, detrás del Aneto). Para mi iba a ser la cima más alta subida, después de haber coronado la Pica d'Estats hacía unos meses con ellos también.
Llegamos al Parking de la cascada Espigantosa sobre las 15.30
Como aun era temprano y a pesar del viento frío, el sol apretaba, así que comimos tranquilamente, nos preparamos y sobre las 16.30 empezábamos la aproximación hasta el refugio Ángel Orús.
El camino de subida pasa por bosque, con mucha sombra. Iremos viendo en casi todo momento el río a nuestra derecha. La subida se resume en un primer tramo duro, un plano y una última subida durilla hasta el refugio.
Jugamos unas partidas al Parchís, cenamos y a la cama.
A la mañana siguiente, amaneció como pronosticaban, con bastante viento y mucho frío.
El camino va subiendo con una inclinación media bastante mantenido, por un camino muy irregular en el primer tramo con trozos que combinaba la piedra y la tierra.
Llegamos al desvío donde se puede ir hacia la cresta de espadas o el Posets. En esta ocasión decidimos ir por la vía segura y rápida ya que el tiempo no acompañaba.
Nos metimos en la canal Fonda y una vez en el collado nos quedamos mirando el Diente de Llardana; había leido sobre como subirlo, pero no lo veiamos muy claro, lo decidiriamos despues.
Seguimos subiendo por primer tramo de grimpada, seguido de una larga ladera de piedra suelta bastante inclinada donde se ganaban metros con rapidez.
Llegamos a la cresta y por fin a la cima.
Hicimos unas fotos de rigor y corriendo para abajo ya que el frio alli arriba era escandaloso. Todas las piedras estaban con escarcha de hielo por la combinacion de frio y humedad de las nuves.
Ya cerca del collado vimos a un hombre que estaba a punto de hacer cima en el diente y al verlo bajar facilmente, nos decidimos a intentar subirlo.
La subida fue entretenida y facil a la vez, nuestras cabezas iban pensando si la bajada seria igual.
Despues de unas fotos en la cima con unas vistas a la cresta de Espadas muy bonitas por sus formas geologicas caprichosas, tocaba bajar despacio.
Una vez abajo poco a poco al refugio y despues a los coches.
Fin de semana esplendido, como siempre con buena compañía.
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