37º Curso de Iniciación a la Espeleología

Con un poco de retraso escribiré esta entrada, pero como cada año y éste no perdonó, se realizó el 37º Curso de Iniciación a la Espeleología, batiendo todo un record comparado con el año anterior.
Se apuntaron 9 cursetistas, 7 de ellos ya eran caras conocidas del club que venían de hacer el curso de barrancos éste mismo año y 2 nuevas caras.
Como ya es normal cada año, la primera salida se hizo a la conocida Fou de Bor (Cerdanya) para que cada uno afrontara sus miedos a la oscuridad, claustrofobia o al barro.
Primera hora de la mañana, nos empezamos a cambiar y BINGO, al director del curso se le olvidan las botas de agua y decide entrar con las bambas de un compañero.

El plan del día era bajar primero por la galería de Badalona hasta el sifón, y después llegar al final de la cueva, pasando el sifón siempre que estuviera bien para vaciarlo.


Al llegar al sifón, quitamos un par de cubos y pudimos pasar unos mojándose más y otros menos.


El final de este primer día fue estupendo y quien más o quien menos deseando que llegara el día siguiente para empezar a colgarse de las paredes de Can Roca.

A la mañana siguiente, cuatro monitores fuimos una horita antes a montar las vías y cuando llegaron los cursetistas ya lo teníamos todo a punto.

Les enseñamos a colocarse los cacharros, y cuando todos estuvieron a punto, ¡¡a pasearse para arriba y para abajo!! todo el día hasta la saciedad.

Se fue haciendo tarde y decidimos finalizar el día con un buen sabor de boca de que todos habían asumido los conocimientos.

El sábado siguiente, propusimos hacer por la mañana Salany y por la tarde Mamelons, en la sierra de los Ports. La primera cavidad fue rápida y sin contratiempos por su poca dificultad vertical, la nota la dio Roger, que bajo a sus dos hijos con un desembragable.


Pero los problemas vinieron en Mamelons, donde un director cabroncete (yo), les hizo pasar todo tipo de dificultades para que practicaran todo lo aprendido la semana anterior, pero el resultado fue aceptable.

Alguno se quedó colgado como un chorizo, en un fraccionamiento volado antes de llegar a la gran sala, otros colgados en un pasamanos que no era tan fácil como el de paredes, pero al final todos salieron contentos de una jornada bastante completa y tocaba descansar para afrontar al día siguiente el hueso duro del curso.

Ese hueso iba a ser el Av. de la Barcina, y teníamos que superar una profundidad de 100 metros.

Fuimos bajando y al llegar al fondo, los primeros nos empezamos a enfriar esperando, y al llegar la última persona, fuimos subiendo sin ningún percance aunque algunos con el miedo de si podrían subir todo lo bajado.

Pero se dieron cuenta de que era una profundidad accesible y salimos muy contentos, con algo de frío por la ventolera que hacia en el exterior. Recogimos todo rápido y de vuelta a Barcelona.

Los cursetistas fueron: Xavi, Neus, Magali, Consol, Jordi, Victor, Suso, Paco y Dani.
Monitores participantes: David, Roger, Francesc, Pepi, Jordi B., Edu y Christian.
Acompañantes: Sito, Dani, Alex, Isabelle y Laura.