En el gran puente de la Purísima, teníamos varias ideas en mente, pero cuando nuestro amigo Jesús nos comentó que su grupo organizaba una concentración en las conocidas cuevas calidas de Murcia, se fueron al traste todos los planes anteriores y empezamos a organizar todo para desplazarnos al Sur.
Nos esperaban algo más de 600 Km. y fuimos saliendo escalonados desde Barcelona, dos grupos al mediodía y otro que gracias a mi tuvimos que salir a las 10 de la noche.
Después de 6 horas de coche, llegamos sobre las 4 AM y en 4 horas nos teníamos que poner en pie para visitar nuestra primera cueva:
Cueva del Pozo (sabado)
Cavidad que combina el desarrollo horizontal con verticales, caracterizada, por su elevada temperatura, rondando los 26ºC en muchas de sus galerías. Cavidad de origen tectónico desarrollado en una red de fracturación interna, resultando algunas zonas de la cavidad un auténtico laberinto. Se divide en dos zonas bien diferenciadas:
Sima del Pulpo (domingo)
Cavidad de desarrollo vertical al comienzo de la misma, donde se desciende una serie de rampas y pozos, además de superar también algunos pasos estrechos, que nos dejan en una amplia sala “El desierto” donde es posible realizar diferentes recorridos.
Gracias a la organización que balizó todo el recorrido hasta la zona de los acuíferos pudimos llegar a estos, porque sino seria impensable orientarse por dicho entramado de galerías.
Al final del recorrido, una secuencia de pasos muy estrechos que dieron algún que otro problema (en este caso no fui yo el afortunado, más vale maña que ser delgado), posterior sala muy decorada donde habían dos caminos a dos objetivos diferenciados:
Derecha hasta el esqueleto de un lince
Nos esperaban algo más de 600 Km. y fuimos saliendo escalonados desde Barcelona, dos grupos al mediodía y otro que gracias a mi tuvimos que salir a las 10 de la noche.
Después de 6 horas de coche, llegamos sobre las 4 AM y en 4 horas nos teníamos que poner en pie para visitar nuestra primera cueva:
Cueva del Pozo (sabado)
Cavidad que combina el desarrollo horizontal con verticales, caracterizada, por su elevada temperatura, rondando los 26ºC en muchas de sus galerías. Cavidad de origen tectónico desarrollado en una red de fracturación interna, resultando algunas zonas de la cavidad un auténtico laberinto. Se divide en dos zonas bien diferenciadas:
- Zona Seca --> muy laberíntica, con mucho polvo y con una sensación térmica inferior que la otra zona. Tiene zonas con las paredes muy pulidas y con formas muy bonitas. Se puede hacer un recorrido circular. Nosotros tuvimos muchas dudas del correcto recorrido. Nos llevo unas 3 horas a un ritmo muy lento por ser muchísima gente.
- Zona Húmeda --> Después de estar en la zona seca, tres de nosotros nos fuimos a visitar esta zona; mucho menos polvo por ser más húmeda, pero con mucha más sensación térmica que la primera. Se combina zonas de andar con zonas ratoneras. Hasta llegar a la galería de la esperanza donde nos encontramos una gran galería con pozos ascendentes y con otro grupo de valencianos que estaban haciendo un pic-nic dentro jejeje.
Sima del Pulpo (domingo)
Cavidad de desarrollo vertical al comienzo de la misma, donde se desciende una serie de rampas y pozos, además de superar también algunos pasos estrechos, que nos dejan en una amplia sala “El desierto” donde es posible realizar diferentes recorridos.
Hacia la sala de las maravillas, los túneles de Nicolás o hasta la conocida zona de los acuíferos que fue donde nos dirigimos nosotros.
Con una temperatura de 21 que es un factor a tener muy en cuenta por lo que la hidratación tiene una gran importancia. Es una cueva exigente y deportiva ya que presenta una serie de gateras y pasos estrechos que unidos al calor hacen que sean de cierta exigencia física.
En el desierto, por unos problemas de logística nos separamos en dos grupos que más adelante nos encontramos. Durante el recorrido nos encontramos muchísima gente de otros clubs, unos más desorientados que otros, ya que esta cueva tiene una topografía pero está inacabada y no sirve de mucho.
Al final del recorrido, una secuencia de pasos muy estrechos que dieron algún que otro problema (en este caso no fui yo el afortunado, más vale maña que ser delgado), posterior sala muy decorada donde habían dos caminos a dos objetivos diferenciados:
Derecha hasta el esqueleto de un lince
Izquierda hasta el sifón donde nos pegamos un apetecible baño la gran mayoría de los presentes.
Cueva del Arco-Oron (lunes)
Se conocía la Cueva del Arco, donde se accedía por un pequeño sifón de 5 metros desde el mar, que comunicaba después de un caos de bloques con el mayor lago subterráneo de la región murciana.
Nosotros entramos por la cueva de Oron que fue descubierta posteriormente y es de difícil acceso en medio del acantilado, que comunica con la de Arco para formar un sistema de 1500 metros de recorrido.
Todo empieza con el descenso por el vertiginoso acantilado equipado con cadenas y con un rápel de unos 40 metros situándonos en una repisa donde empieza la cueva de Oron.
Los primeros pasos son dos estrechos uno de ellos ayudándote de una escalera de madera y llegamos a una sala donde nos encontraremos la primera belleza, unas formaciones de sal.
Posteriormente, una secuencia de galería con numerosos pasos estrechos llamado el paso de los mineros (se encuentra una pala y un cazo) nos encontramos unas formaciones cuadriculadas.
Después de destrepar y arrastrarnos un poco nos encontramos en una bellísima sala concrecionada con excéntricas y unas cintas que nos marcan el camino para no romper nada.
Poco después, llegamos al primer lago donde casi todo el mundo nos dimos un chapuzón, lo cruzamos a nado hasta el otro lado, donde superando unas rampas y unos bloques llegamos al segundo lago donde esta la cueva de Arco y el sifon que comunica con el mar.
La vuelta la hacemos muchísimo más rápida que la ida; tres intrépidos se atreven a hacerla en calzoncillos y botas, saliendo al anochecer que se nos hace de noche por el sinuoso regreso por el acantilado.
Se conocía la Cueva del Arco, donde se accedía por un pequeño sifón de 5 metros desde el mar, que comunicaba después de un caos de bloques con el mayor lago subterráneo de la región murciana.
Nosotros entramos por la cueva de Oron que fue descubierta posteriormente y es de difícil acceso en medio del acantilado, que comunica con la de Arco para formar un sistema de 1500 metros de recorrido.
Todo empieza con el descenso por el vertiginoso acantilado equipado con cadenas y con un rápel de unos 40 metros situándonos en una repisa donde empieza la cueva de Oron.
Los primeros pasos son dos estrechos uno de ellos ayudándote de una escalera de madera y llegamos a una sala donde nos encontraremos la primera belleza, unas formaciones de sal.
Posteriormente, una secuencia de galería con numerosos pasos estrechos llamado el paso de los mineros (se encuentra una pala y un cazo) nos encontramos unas formaciones cuadriculadas.
Después de destrepar y arrastrarnos un poco nos encontramos en una bellísima sala concrecionada con excéntricas y unas cintas que nos marcan el camino para no romper nada.
Poco después, llegamos al primer lago donde casi todo el mundo nos dimos un chapuzón, lo cruzamos a nado hasta el otro lado, donde superando unas rampas y unos bloques llegamos al segundo lago donde esta la cueva de Arco y el sifon que comunica con el mar.
La vuelta la hacemos muchísimo más rápida que la ida; tres intrépidos se atreven a hacerla en calzoncillos y botas, saliendo al anochecer que se nos hace de noche por el sinuoso regreso por el acantilado.
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